domingo, 9 de diciembre de 2012

Casas a la malicia

 

Esta es una entrada inhabitual de este blog, ya que no trata del pedernal, ni de su reutilización, aunque sí aparecerá la muralla que lo contenía, y aún contiene allí donde queda un resto, pero he sentido la necesidad de hablar de las casas a la malicia madrileñas ya que el blog, en el fondo, de lo que trata es de Madrid.

Lo de las “casas con trampa” tiene mucho gancho: eso de una respuesta popular pícara ante una norma de una monarquía abusadora que impuso la Regalía de aposento, siempre ha tenido y tiene mucho público, por lo que al tema se le han dedicado numerosas páginas y es referencia obligada en las charlas de los “enseñadores peripatéticos” de Madrid.

Pues bien, parece existir un consenso generalizado sobre el hecho de que el paradigma de las casas a la malicia es la situada en la calle Redondilla, esquina a Mancebos, tal y como aparece en la Wikipedia, y tal y como lo comentan los expertos en Madrid ante sus grupos de oyentes entre agradecidos y asombrados. Es sobre esta casa sobre la que me gustaría hacer un par de comentarios.

Empiezo por la fecha. Algún experto estimó en su momento que la construcción original estaba datada entre 1565 y 1590, y este dato (que desde luego está recogido en la wiki) ha ido pasando de cita en cita convirtiéndose en un dogma que, por mi parte, no tengo muy claro.

Me explico: Consultado mi oráculo madrileño, que es la Topografía de la Villa de Madrid de Pedro Teixeira, que como es bien sabido se grabó en Amberes en 1656, observo que la tal casa no está recogida en ella, sino que aparece una casita, que según la Planimetría General de Madrid, pertenecía a Don Pedro de Toledo.


Para ayudar a la mejor comprensión de mis argumentos merece la pena comparar el grabado histórico con la foto aérea actual, lo que permite comprobar que el trazado de las calles hacia el este de la casa en cuestión no ha cambiado significativamente en los más de 360 años transcurridos.


Claro, cabe preguntarse si el maestro Teixeira pudo equivocarse y meter un gazapo, pero no me parece una hipótesis muy creíble, en primer lugar, por la altísima fiabilidad general del plano y, en segundo lugar, porque la zona en cuestión no era cualquiera para Don Pedro y para quien quiera que le ayudara en la recogida de datos. En efecto, las calles Redondilla y Mancebos marcaban el límite suroeste del importante Palacio de los Laso y estaban en el camino a la antiquísima parroquia de San Andrés, pero es que además la casa estaba adosada a uno de los numerosos cubos y trozos de lienzo de la muralla que Teixeira reprodujo con minuciosidad allí donde los encontró. No puedo imaginar a Teixeira adosando una casa al azar a los restos de nuestra muralla. 

Por todo lo anterior, estimo que la fecha de construcción adjudicada a la casa paradigmática no es correcta.

Justificada mi duda sobre la fecha de construcción de la casa actualmente existente, queda lo más importante y peliagudo que es, evidentemente, lo de la malicia, basada en lo que podríamos llamar un “trampantojo arquitectónico”, para que los alguaciles responsables de la búsqueda de alojamiento gratuito para funcionarios de la Corte, no advirtieran la existencia de aposentos hábiles para ello en determinados edificios.

Esto me plantea mi segunda duda, ya que el espacio disponible (que el propietario no quería poner a disposición) debería estar disimulado o al menos no ser evidente. Pero en lo que a nuestra casa se refiere todo ello me parece que se debe poner en cuestión.


Tanto la casa recogida en el Teixeira, que por cierto parece aledaña a una tapia que limitaba el acceso a Las Vistillas, como la que luego se construiría, siempre han estado exentas en su fachada este, por lo que hasta para el alguacil más torpe sería evidente la existencia de más plantas que las dos que se ven en la fachada de la entrada principal por la calle Redondilla.

¿Dónde cabría aquí la trampa, dónde la malicia?

Algo se me escapa al respecto que quería compartir en el blog, sobre una casa que forma parte de mis vivencias desde la infancia. Espero que quienes han conocen mejor el tema, disipen mis dudas surgidas de la ignorancia y la observación.

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